lunes, 18 de mayo de 2009

Recuperándome del Mgoun y cambio de casa

La vuelta del Mgoun me ha supuesto 2 maravillosos días de cama –por enfermedad y agotamiento- y una rueda pinchada –al final aguantó el coche hasta regresar a Ifoulou, pero al día siguiente me asomé a ver cómo estaba y la rueda estaba pinchada, no entiendo muy bien como se pinchó al volver por la carretera y en cambio aguantó 50kms por el Tessaout haciendo el loco, es de estas cosas mágicas de la vida que acaba con toda razón y lógica… pero que más da mientras ocurran estos pequeños milagros que me permitan disfrutar de ciertos momentos mágicos, que más darán los motivos.

La subida me dejado muerto, para mí fue muy exigente tras casi dos años sin hacer apenas actividades de montaña –los que llevo con el en la cabeza-, eso junto al virus que tengo desde que me vine a Ifoulou –al que ya tengo cariño y trato como de la familia, dándole compañía con los mejores y más selectos gérmenes de los niños de Ifoulou y alimentándole con la misma suciedad- me han dejado roto unos días. Afortunadamente, después de un buen reposo he vuelto a la normalidad  si es que puedo pensar en mi nueva vida como algo normal. Incluso esta se tornó muy divertida con la visita de mi primo Xavi y Paco, que me trajeron sus risas y unas ganas locas de pasarlo bien con los niños y mayores del pueblo… y un Trekking a Magdaz y una visita inesperada a Marrakech.

La rueda se arregló sola, se la llevó un furgonetero del Atlas y me la trajo arreglada al día siguiente, en total eran 3 pinchazos 4€.

Furgonetero-del-Atlas

Con Xavi y Paco hicimos una visita a Magdaz, que como ya he escrito en varias ocasiones en la web de acción Geoda, es sin duda una de las joyas del Alto Atlas, para mi el pueblos más bonito y homogéneo que he visto hasta el momento, ya que salvo un par de excepciones, que apenas molestan en el paisaje, todavía está libre de cemento y hierros –que poco a poco va ganando la batalla de una forma inexorable a la bella y armoniosa construcción tradicional de piedra, barro y madera… sin duda que es mucho más cómodo, rápido y duradero, pero definitivamente horrible y demoledor-. Estuve un rato jugando con los chavales del colegio, y alguno me dejó hacerle unas fotos.

Vista-Magdaz

Peques-Magdaz

Más fotos en mi facebook

Tras esa visita, preparamos para los miembros de la asociación de desarrollo de Ifoulou –El raitz, Abdullah, Larhcem y Hnini- una cena tradicional española: tortilla de patatas y pizza en horno bereber –pido disculpas por lo de tradicional, pero después de estar comiendo Tajine y Cuscús durante un mes, para mí una pizza es algo muy español-. Fue un éxito de cena, todo salió buenísimo… y desde ese día me preguntan de vez en cuando: ¿Cuándo volvemos a hacer una pizza? La verdad es que le salió a Xavi riquísima.

Después de esto, y sin que aún lo entienda, la situación con Hnini se complicó. Un día que estábamos sucios y cansados, y con ganas de una ducha bien caliente, nos puso el agua casi fría. A mi primo no le importó, pero a mi era la segunda vez que me lo hacía y, como luego comprobé, sospeché que quería ahorrarse unos míseros dírham conmigo –después de estar pagándole 2000 al mes-. Tuvimos unas palabras y, efectivamente, me dijo que en otros albergues se pagaba 10 DH (1€) extra por las duchas, yo le dije que era la primera vez que me decía esto, y que además habíamos pactado ya un precio por todo, y que me había dicho que estaba en mi casa. Él intentó salir primero con que su hijo pequeño había apagado la ducha, cosa difícil de entender ya que aquí los niños no hacen nada por sí solos. Total, que con el mosqueo por el frío que se me había metido en el cuerpo, las mentiras de un hasta entonces buen amigo, sus llantos injustificados sobre el dinero y el cutrerío que estaba viendo, le dije que no se preocupara, que iba a solucionar la situación. Y así al día siguiente, mientras sembraba el terrenito que me había dejado Abdullah –otro de mis amigos de Ifoulou-, le conté lo ocurrido y me dijo que él tenía una habitación en la casa de sus padres que no utilizaban, que era mucho más grande que donde estaba y que me podía mudar cuando quisiera. Como ese día ya habíamos decidido irnos a Marrakech a pasar un par de días de relax –y llevar de vuelta a mi Xavi y Paco-, le dije que a la vuelta me mudaba, y así quedamos, plantando semillas y tomando un maravilloso desayuno en medio del campo… que alegría es estar trabajando y que vengan a traerte un pan, mantequilla y una tetera bien caliente, no tiene comparación con ir a desayunar en Madrid, ni siquiera cuando se es funcionario y se puede uno escaquear media hora –por convenio-.

Desayuno-en-el-campo Desayuno-en-el-campo-2

La escapada a Marrakech fue muy divertida y civilizada: en el sentido de ruido, personas, internet, paseos por la plaza y medinas y, como no, comer, beber y fumar de todo, pero me supuso un gasto extra con el que no había contado –como un par de meses de vivir en Ifoulou-, y es que el desajuste de precios entre mi perdida aldea y Marrakech es así, 2 días de descontrol en la ciudad, y sin excedernos en el hotel, 2 meses de vida en Ifoulou… que desfase se vive en Marruecos en estos momentos. Eso sí, me vine limpio y con algo para fumar una semana –no quería más, ya que mi idea era dejar de fumar en breve-. Cuando conté en Ifoulou que un Té para uno en un café normal –no en uno pijo para turistas en Djema- costaba 1€, las caras de mis amigos dejaban claro este desfase de precios (aquí una tetera para 4 ó 5 personas no cuesta más de 0,4€, es decir un desajuste de 10 a 1).

Y así me despedí de mis primos tras 2 días de comer pescado: el puesto 14 de Djema es donde hay que ir a cenar, sus colas, o más bien la gente arremolinada detrás de las mesas esperando que se quede algún sitio vacío, es sin duda la señal de que por fin he encontrado el sitio. Volveré, y recomiendo sin duda su visita. Una cena para 4 personas con pan, coca colas, aliño de Tomate, puré de Berenjenas y pescado según mercado, puede salir por menos de 10€.

A la vuelta, como había acordado con Abdullah, directamente hice la mudanza. De alguna forma Hnini tenía que entender que no era forma de tratar a un amigo, y si no le paraba los pies en ese instante, aparte de quedar como un tonto, les estaría dando señales equivocadas al resto del pueblo sobre lo que podían hacer conmigo –y esta gente es bastante complicada en ese sentido, como voy descubriendo día a día-. Así que mejor dejar claro que si ellos me tratan como a un arumi (=europeo) yo les trataré a ellos de igual manera. Además que está muy feo que te digan que estas en tu casa y luego te hagan duchar con agua tibia y te hablen de pagar un extra por esa ducha. Lo bueno es que ha funcionado, y desde que me he ido, el cambio en Hnini ha sido considerable, incluso me ha invitado a ducharme –con agua muy caliente-, a cenar y a lo que necesite yo o la gente de acción Geoda (Inshallah!!).

Y así me he mudado a una nueva casa, con todo por hacer, pero con el placer de sentirme libre –por supuesto condicionado con el hecho de que soy un Europeo y todos quieren ver como vivo y las cosas que tengo, por lo que tengo una constante sensación de estar viviendo en un zoo o en un escaparate- y el placer de tener más espacio –este era otro problema de la casa de Hnini, que al ser un Albergue me había dejado una habitación pequeña –para usar las grandes para otros huéspedes -, y con la cantidad de cosas que me he traído, mi situación era algo incómoda –en realidad desde el principio tenía en la cabeza que tras dos o tres meses con Hnini iba a buscar una casa para alquilar más grande.

Mi-nueva-casa-entrada Mi-nueva-casa-habitacion

Por otro lado, he conseguido ahorrarme bastante dinero, ya que ahora pago 45€/mes por un sitio mucho más grande y con dos panes al día, y antes 200€ por lo mismo y la comida –que no me sale por más de otros 30 ó 40€ al mes.

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